2. EL ÁNGULO DE APERTURA DE LA LUZ
La apertura nos da la capacidad de iluminar más con una sola bombilla.
Por ejemplo, un ángulo de apertura de 120° nos permite iluminar por completo una superficie amplia, como patios o habitaciones, mientras que un ángulo de apertura de 40° nos ayuda a enfocar la iluminación en un punto en concreto, como una zona de lectura o un rincón decorativo.